El Barrio Habanero del El Vedado

18.06.2016 - El centro de una ciudad no siempre coincide con su centro geográfico, medido en extensión física y equidistancias. Más bien se trata de un punto donde la confluencia de ánimos, gustos, edificaciones amistosas para trámites o recreo, y sus zonas verdes, generan un espacio al que todos van tanto de día como de noche. En el caso de La Habana, su centro fue desplazándose con los años hacia el oeste, hasta que en la década de los años 50´s del pasado siglo XX se asentó en el barrio El Vedado, que nada tiene de sitio vedado, pues por sus calles se mueve una humanidad múltiple de todo tipo y a todas horas. Lo de vedado le vino por ser una propiedad privada, perteneciente a Francisco de Frías y Jacob, Conde de Pozos Dulces, quien tenía su casa quinta. También, por ser área, desde tiempos remotos, dedicada a la defensa de los continuos ataques de corsario y piratas a los que La Habana siempre estuvo expuesta. Pero para 1870 solamente la zona contaba con unas veinte casas, casi todas de recreo, ubicadas allí para escapar del bullicio de la ciudad. El ingeniero Luis Iboleón Bosque fue el encargado de hacer los trazados de la zona, con amplias calles que recibieran la bendición de los vientos, aliados contra el calor siempre presente, y cuadras de unos cien metros con mansiones espaciadas, donde los adinerados de ese tiempo comenzaron a competir en suntuosidades de diverso estilo arquitectónico. Desde los finales del siglo XIX comenzó a crecer allí lo que hoy podemos ver, bordeado en su mayor parte por el malecón que mira al Atlántico. Para el turista que quiere conocer La Habana, la esquina de las calles L y 23 pudiera ser el punto de partida. La mayoría de los cubanos coinciden en que esa esquina es el centro del centro, punto de encuentro para todo tipo de citas, sobre todo frente el cine Yara, unido al enorme edificio de la radio y televisión. Frente, se ubica la heladería Coppelia, un espacio enorme dedicado a los sabores congelados de frutos que parecen habitar el ambiente, siempre lleno de consumidores. Por la calle 23, hacia el mar, se baja por La Rampa, popular fragmento de esta larga avenida. A un costado se ubica el Hotel Habana Libre, preferido por muchos visitantes, aunque en la zona podemos encontrar también otros hoteles, como el Nacional, insignia de la hotelería cubana, o el Meliá Cohiba, de construcción más cercana en el tiempo y que alza su estructura frente a otro hotel terminado en los años 50´s: el Riviera. El Vedado cuenta en su zona con la mayoría de los ministerios cubanos y oficinas de entidades gubernamentales, muchas de ellas ubicadas en la Plaza de la Revolución, que da nombre a municipio. Si visita la zona, encontrará muchos jóvenes, y es que cerca de la famosa esquina de L y 23 se encuentra la sede central de la bicentenaria Universidad de La Habana. Varios de los mejores cines de la ciudad igualmente se encuentran en este pedazo de la ciudad de La Habana, así como centros nocturnos, desde los pequeños a los más grandes, donde disfrutar de la música nacional y extranjera, y también restaurantes de diversa oferta o tiendas para encontrar un recuerdo de lo cubano.

Autor: Rodolfo de la Fuente Editor: Héctor Danilo Pompa Dominique