LA CIUDAD CUBANA DE BARACOA

24.08.2016 -

Baracoa

Durante muchos años, fue más fácil acceder a Baracoa por mar que por tierra. Existe una vieja canción cubana cuyo coro decía: A Baracoa me voy, aunque no haya carretera, aunque no haya carretera a Baracoa me voy. Por mar llegó a ella Cristóbal Colón el 27 de Noviembre de 1492 y no es hasta el 15 de Agosto de 1511 en que Diego Velázquez funda la villa, llamada originalmente Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa, que deviene así en el primer asentamiento poblacional creado por los españoles en tierras cubanas. Por eso se le conoce con el sobrenombre de Ciudad Primada. Los caminos por tierra eran demorados y abruptos, por tratarse de una zona montañosa, hasta que en 1965 se inauguró el viaducto La Farola, que significó un cambio importante en las comunicaciones terrestres de toda la región. La Farola cuenta con puntos de elevación de 450 metros sobre el nivel del mar y en su construcción hubo que utilizar novedosas técnicas de ingeniería, ya que no podía utilizarse la dinamita para limpiar y perforar trayectos. La carretera es sinuosa y permite apreciar el hermoso y diverso paisaje, donde resaltan las combinaciones de verdes variados, en la medida en que el viajero se adentra en este destino turístico cubano, cuya vegetación guarda una fauna y flora singulares, donde se destaca el almiquí, un animal considerado prehistórico y que goza de especial protección, lo mismo que los coloridos caracoles llamados polymita picta. Destaca también un tipo de palma, única en el mundo, conocida como cocotrina yunquense, que solo crece en la zona de una curiosa elevación llamada Yunque de Baracoa, a la que se le concedió el titulo de Monumento Nacional, y que toma su nombre del parecido con el yunque de los utilizados por los herreros. Fue Cristóbal Colón quien primero reseñó esta pequeña montana, que se alza 560 metros sobre el nivel del mar. Baracoa guarda como reliquia una cruz que fue traída y dejada en la zona por el descubridor del Nuevo Mundo. El paisaje abrupto y lleno de un verde múltiple que encuentra el turista que viaja a esta zona de Cuba posee una red hidrográfica tupida, con ríos como el Toa, que es el más caudaloso del país, y en su zona se ubica la mayor reserva forestal con que cuenta la isla, y ha sido declara como Reserva de la Biosfera por la UNESCO. Otro de los elementos del paisaje baracoeso que puede observar quien escoge este destino turístico en Cuba es la enorme cantidad de cocoteros. La zona es la mayor productora cubana de cocos y sus derivados, así como también de café y cacao. Posee varias confortables instalaciones turísticas que son remansos de tranquilidad en medio de la tranquilidad y paz del ambiente. La ciudad guarda sus trazos originales y mucha de sus casas conserva el ambiente colonial, como un enclave de pasados siglos dentro del siglo XXI. La zona, además, posee reminiscencia de los aborígenes que encontró Colón, lo que se puede apreciar en los rasgos de muchos de sus habitantes. Igualmente, recibió la emigración de colonos franceses y sus esclavos que vinieron huyendo tras la Revolución de Haití y dejaron una profunda huella cultural en el territorio. Muchos estudiosos concuerdan en que el trés, instrumento de tres órdenes de cuerdas dobles parecido a la guitarra, y básico en la música típica de Cuba, es oriundo de esta zona, de donde se supone brotó también el principal género del pentagrama cubano: el son. Unas vacaciones en Cuba, sin dudas que pueden tener a Baracoa como destino acertado y placentero. Autor: Rodolfo de la Fuente Editor: Héctor Danilo Pompa Dominique